DECLARACION DE
FRIBURGO - 9 de octubre del 2002
Asociación
Interdisciplinar de Medicina Ambiental
Como médicos en ejercicio de todas las especialidades, en particular de
la medicina medioambiental, y seriamente preocupados por la salud de la
población, nos dirigimos a los colegas, a los responsables de sanidad y de la
política, así como a la opinión pública.
En los últimos años, observamos entre nuestros pacientes un dramático
aumento de enfermedades graves y crónicas, en particular:
Trastornos en la
capacidad de aprender, de concentrarse y del comportamiento en los niños (por
ejemplo, hiperactividad).
Descontrol de la
presión arterial, que cada vez resulta más difícil tratar con medicamentos.
Trastornos en el
ritmo cardíaco.
Infartos y apoplejías
en personas cada vez más jóvenes.
Enfermedades
cerebrales degenerativas (por ejemplo Alzheimer) y epilepsia.
Cánceres como
leucemia y tumores cerebrales.
Observamos, además, la aparición cada vez más frecuente de diversos
trastornos que a menudo se diagnostican erróneamente como psicosomáticos.
Limitándonos a los síntomas más frecuentes, mencionaremos:
Dolores de cabeza y migrañas.
Cansancio crónico.
Inquietud interna.
Insomnio y cansancio diurno.
Zumbidos en los oídos.
Inmuno deficiencias.
Dolores neurológicos y de tejidos blandos que no resultan explicables por
las causas habituales.
Como generalmente conocemos el entorno en que viven y las costumbres de
nuestros pacientes, vemos con frecuencia creciente, sobre todo tras
interrogarles intencionadamente, una clara relación temporal y espacial entre
la aparición de estas dolencias y el comienzo de una irradiación de microondas
que se presentan de diversas formas:
Instalación de antenas de telefonía móvil en la
proximidad de los pacientes.
Uso intensivo de teléfonos móviles.
Adquisición de un teléfono inalámbrico para usarlo en la
casa o en la vecindad.
Ya no podemos creer en una coincidencia puramente casual, debida al azar,
pues: Con demasiada frecuencia observamos una llamativa concentración de
determinadas
ENFERMEDADES EN ZONAS
O EDIFICIOS IRRADIADOS CON MICROONDAS.
Con demasiada frecuencia mejora la enfermedad o desaparecen dolencias que
se prolongaban meses y hasta años, poco tiempo después de reducir o eliminar la
irradiación con microondas.
Con demasiada frecuencia se confirman nuestras observaciones con las
mediciones de campos electromagnéticos realizadas in situ.
Apoyándonos en nuestra experiencia cotidiana consideramos que la
tecnología de la telefonía móvil introducida en 1992 y que ya cubre casi todo
el territorio, así como los teléfonos inalámbricos (Norma DECT) que se pueden
comprar desde 1995, son uno de los desencadenantes esenciales de este fatal
desarrollo. Ya nadie se puede librar del todo de las microondas pulsantes.
Éstas incrementan el riesgo de la acción de factores químicos y físicos ya existentes
en el medio ambiente, sobrecargan adicionalmente el sistema inmunológico y
pueden acabar con los mecanismos de regulación que hasta ahora hacían de
contrapeso.
Especialmente amenazados se encuentran las embarazadas, los niños, los
adolescentes y las personas mayores y enfermas.
Nuestros esfuerzos terapéuticos para restablecer la salud son cada vez
más infructuosos. Pues la libre y continua penetración de las radiaciones en
lugares de residencia y trabajo, especialmente en dormitorios y habitaciones de
niños, que consideramos lugares extraordinariamente importantes para relajarse,
regenerarse y curarse, causa tensión In interrumpida e impide una recuperación
sólida del enfermo.
A la vista de este inquietante proceso consideramos nuestro deber
comunicar a la opinión pública nuestras observaciones, sobre todo después de
oír que los tribunales alemanes consideran como puramente hipotética la
posibilidad de que la telefonía móvil cause daños a la salud (véanse las
sentencias de la primavera del 2002 del Tribunal Constitucional de Karlsruhe y del
Tribunal Administrativo de Mannheim).
Lo que en nuestra práctica cotidiana presenciamos dista de ser
hipotético! Consideramos el número creciente de enfermos crónicos también como
una consecuencia de una política irresponsable de fijación de límites, que, en
vez de proteger a la población de los efectos a corto y largo plazo, se somete
a los dictados de una tecnología de cuya peligrosidad se tiene ya suficiente
constancia. Para nosotros se trata del comienzo de un proceso muy serio que
amenaza la salud de muchas personas. Ya no esperamos nada de nuevos e irreales
resultados de la investigación, que según nos muestra la experiencia están
influenciados reiteradamente por la industria, mientras se ignoran estudios con
fuerza probatoria. ¡Consideramos apremiante y necesario actuar ya!
Como médicos somos sobre todo los abogados defensores de nuestros
pacientes. En interés de todos los afectados, cuyo derecho fundamental a la
vida y a la integridad física están ahora en juego, dirigimos este llamamiento
a los responsables políticos y sanitarios para que apoyen con toda su
influencia nuestras reivindicaciones:
Nuevas técnicas de comunicación compatibles con la salud y valoración
independientes de sus riesgos, especialmente ante de su introducción.
Y como medidas inmediatas de transición:
Reducción masiva de los límites, de las potencias de emisión y de la
irradiación por microondas hasta valores biológicamente defendibles, sobre todo
en dormitorios y lugares donde uno se recupera. Congelar el desarrollo de la
tecnología actual de la telefonía móvil, para que la irradiación que ya se
padece no se multiplique. Derecho de la población y de los municipios a
participar en la colocación de las antenas, cosa que debiera darse por supuesta
en una democracia.
Informar a la población y sobre todo a los usuarios de teléfonos móviles,
de los riesgos sanitarios de los campos electromagnéticos para que los usen
sabiendo lo que hacen y prohibición de los móviles para niños y limitación del
uso para adolescentes.
Prohibición del uso de móviles y de teléfonos inalámbricos (DECT) en
guarderías, colegios, hospitales, residencias de ancianos, actos públicos,
edificios públicos y transportes públicos de manera análoga a lo que se ha
hecho con el tabaco.
Zonas libres de móviles y de antenas, análogas a las zonas peatonales o
libres de coches.
Reelaboración de las normas DECT para teléfonos inalámbricos con el fin
de reducir la intensidad de irradiación y limitarla al tiempo real de uso,
evitando la pulsación que es lo crítico desde un punto de vista biológico.
FUENTE:
RESOLUCIÓN
DE CATANIA
DECLARACION DE
FRIBURGO - ASOCIACIÓN INTERDISCIPLINAR DE MEDICINA AMBIENTAL
DECLARACIÓN
DE BAMBERG (BAMBERGER APPELL)
LLAMAMIENTO
DE HELSINKI
RESOLUCIÓN
DE BENEVENTO
RESOLUCIÓN DE LONDRES
RESOLUCIÓN
DE VENECIA
DECLARACION
DE PARIS
LA HISTORIA DE EHS EN
SUECIA
RESOLUCIÓN DE PORTO
ALEGRE
RESOLUCIÓN
DE COPENHAGUE
VIDEOS RELACIONADOS
VIDEO DE CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA EN EL PERÚ.
FACULTAD DE MEDICINA EN UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN MARCOS.
https://www.youtube.com/watch?v=3plTPoTWIbQ&t=17s
ENTREVISTA EN EL PROGRAMA
DIALOGO & DEBATE. DEBE COLOCARSE ANTENAS DE TELEFONÍA CELULAR EN ZONAS
URBANAS
https://www.youtube.com/watch?v=URhjTQPF9bI&t=44s
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